Oso de Plata del Jurado para Mal Viver, de João Canijo
João Canijo y una de sus últimas pelis, Mal Viver, recibieron el Oso de Plata del Jurado en la edición de 2023 de la Berlinale. En su trayectoria, el cineasta de Oporto cuenta con películas como Fantasia Lusitana o Sangue do meu Sangue, vencedora del Premio FIPRESCI en San Sebastián 2011.
Esta película se complementa con una otra, llamada Viver Mal, que se nutre de la misma historia, pero desde un otro punto de vista.
Os dejamos el tráiler de la peli premiada.
Crítica
- En El Cultural nos la describen así:
Cinco mujeres de la misma familia pertenecientes a tres generaciones distintas regentan un hotel en la costa portuguesa. Tan tímida premisa, impulsada por la inesperada llegada de abuela y nieta al hospedaje, arranca el motor de un melodrama sobre el amor materno-filial cuyas bajas revoluciones iniciales no son más que el anuncio de un calentamiento emocional que terminará en estallido trágico.
- En Micropsia, el blog de Diego Lerer, nos dicen:
MAL VIVER permite explorar las contradicciones de los personajes. Aún siendo agresivos y de una brutal frontalidad, hay tiempo en el film para conocerlos mejor, entender qué les sucede y porqué actúan como actúan. Esas escenas no necesariamente justifican su accionar pero las saca de la demonización más evidente y las presenta como lo que son: mujeres complicadas, traumadas, incapaces de dar y transmitir amor, y especialmente de notar las necesidades de los otros. Si a eso se le suma una excelsa fotografía de Salomé Lamas que transforma al hotel en un personaje más, con sus espejos, reflejos y multiplicación de puntos de observación –por momentos parece filmado como en VENTANA INDISCRETA, de Alfred Hitchcock–, la película va acumulando pasos dramáticos que aseguran un destino trágico.
- Palabras del director João Canijo, en una entrevista a CINEUROPA
Quería hablar sobre la ansiedad y sobre cómo las madres transmiten sus ansiedades a sus hijas. Se trata del legado que dejan las madres y cómo pueden hacer la vida de sus hijas miserable. La ansiedad impide que ambas partes puedan vivir la vida que anhelan. (…) Quería que el lugar fuese como una prisión o un callejón sin salida para las protagonistas. La familia que regenta el hotel no puede escapar y los huéspedes tampoco, al menos durante un breve periodo en sus vacaciones. Quería que el edificio tuviera un aspecto particular. No tenía que parecer nuevo, sino transmitir una sensación decadente.
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